“El manglar se resiste a las devastaciones y quiere continuar su crecimiento, cada uno puede hacer conciencia y ayudar a que nos siga beneficiando.”

Los manglares son ecosistemas únicos, especiales y vulnerables, que en virtud de su existencia, biomasa y productividad aportan importantes beneficios a los seres humanos, como bienes, para la seguridad alimentaria de las comunidades locales, así como por sus servicios ecosistémicos contribuyendo a la protección del litoral y son de particular importancia, para la atenuación de los efectos del cambio climático.

Son ecosistemas que se desarrollan en depresiones costeras llanas de sedimentos marinos o fluviales. Las plantas que los forman reciben el nombre común de “mangles” y se adaptan a aguas salobres, en suelos fangosos deficientes de oxígeno.

En el manglar confluyen animales y plantas de origen marino y terrestre que aprovechan su gran productividad biológica. El conjunto formado reviste gran belleza y complejidad, es exclusivo de los trópicos y está representado también en las costas Centroamericanas.

Importancia de los manglares:

  • Protegen las costas de tormentas tropicales, la erosión y del alto oleaje.
  • Protegen los suelos de la intrusión salina.
  • Aportan nutrientes a otros ecosistemas limítrofes como son las praderas marinas y los arrecifes de coral.
  • Sirven de trampa de sedimentos ayudando a la consolidación de la playa.
  • Sirven de refugio a la biodiversidad marina y terrestre.
  • Actúan como filtros biológicos de contaminantes.
  • Son grandes fijadores de Co2 y productores de Oxígeno.

La Gerencia Regional de Medio Ambiente y Cambio Climático de COCESNA-GEREMAC también nos recuerda en su breve infografía:

“Los manglares son ecosistemas costeros de gran importancia para el albergue de la biodiversidad marino-costera.

Los mangles son árboles que toleran tanto el agua dulce como el agua salada y de los pocos que se han adaptado para vivir en condiciones de inundación.

Centroamérica es una región que cuenta con muchas zonas de manglar, existen decenas de especies que van desde 1 a 30 m de altura.

Son una barrera natural contra los huracanes además ayudan a mejorar la calidad del agua.”